Los pedales automáticos consisten en un sistema de enganche automático que sujeta la zapatilla al pedal e impide que nos podamos soltar cuando levantamos el pie, permitiendo liberarse mediante un movimiento lateral. Representan los pedales para bicicleta más evolucionados.
La invención de los pedales automáticos para la bicicleta fue una auténtica revolución en el mundo del ciclismo. Cuando en 1984 Bernard Hinault empezó a usar los pedales Look automáticos en el ciclismo de carretera las mofas eran continuas entre sus compañeros de pelotón. En pocos años el uso se extendió de forma exponencial dado que -todo y las reticiencias iniciales de algunos profesionales- era comprobable la muchísima mejora en la eficacia del pedaleo, optimizada con los pedales automáticos gracias a conseguir aplicar la fuerza a lo largo de todo el recorrido que se efectua con ellos, es decir, toda la circunferencia que realizamos.
En casi todas la modalidades del ciclismo se han implantado absolutamente este tipo de pedales, aunque hay algunas que por la necesidad de volver a pedalear rápidamente al volver a la posición del pedal y por la necesidad de plataforma ancha para mayor apoyo utilizan más los pedales de plataforma, como puede ser el freeride extremo, el descenso, BMX, Trialsin, …
Es cierto que existe miedo entre los principiantes y otros ciclistas que nunca han utilizado pedales automáticos a la hora de iniciarse con los mismos. Esto es debido a que cuando no estamos acostumbrados podemos pensar que es bastante fácil sufrir una caída a bicicleta parada si nos olvidadamos de desenganchar las zapatillas o tardamos demasiado en hacerlo, aunque ello generalmente no tenga mayores consecuencias que algún rasguño. Con un poco de práctica engancharemos y desengancharemos la zapatilla del pedal automático de forma mecánica y no nos va a traer mayores problemas.
Hasta el momento nos hemos referido a estos pedales de forma común aunque en la realidad nos encontraremos pedales muy diversos que podríamos agrupar en un primer término en tres grandes grupos:
- Pedales automáticos carretera: fueron los originarios y hoy en día no se entiende una bicicleta de carretera entre ellos. Su evolución ha sido continua tanto en ligereza, rigidez o bien aproximación máxima al eje del pedal, todo ello para aprovechar al máximo la eficacia del pedaleo. La marca que los sacó al mercado continua siendo el líder de ventas, por lo que los pedales Look son la referencia en esta familia, utilizando las calas Keo como principal sistema de anclaje ofreciendo tres tipos de libertad de angulación: fijo o 0º con las calas negras, 4,5º con las grises, y 9º con las rojas.
- Pedales MTB automáticos: completamente diferentes a los de carretera se basan en un anclaje mucho más pequeño y en ellos se atiende especialmente la evacuación de barro. La cala más utilizada es la SPD propia de Shimano pero que también utilizan multitud de otras marcas, aunque podremos encontrar pedales automáticos de diferentes fabricantes y con diferentes sistemas de anclaje como pueden ser los pedales Crank Brothers. No obstante, lideran las ventas en este familia sin lugar a dudas los pedales Shimano.
- Pedales urbanos, trekking y paseo: incluïmos dentro de este bloque tanto los pedales de tipo mixto que pueden ser utilizados como pedales automáticos o como pedales de plataforma, es decir ofrecen la posibilidad de emplearse también como pedales convencionales cuando el usuario así lo requiera, lo cuál puede ser útil cuando no necesitamos estar enganchados a la bicicleta constantemente, como los que también incluyen mayor facilidad de desenganche como puede ser la evolución de los SPD de los pedales Shimano Click’r. Cabe decir que su utilidad no se ha de circunscribir a este tipo de bicicletas dado que para los bikers que no se fían de los automáticos pueden ser una buena opción dada la facilidad de salida. También para este tipo de usuario podemos recomendar las calas que salen con mayor facilidad como es el caso de las calas Shimano SH-56.
Pasamos a detallar a continuación las principales ventajas y los inconvenientes de utilizar pedales automáticos en nuestra bicicleta
Entre las ventajas de usar este tipo de pedales, encontramos:
- Eficacia del pedaleo. Con los pedales automáticos podemos pedalear ejerciendo fuerza sobre todo el recorrido o circunferencia de los pedales, con lo que el resultado en metros avanzados con la misma fuerza es mayor. Con esta mayor eficacia en el pedaleo (mayor resultado con el mismo recurso) no sólo notaremos la mejora en el avance sino que también vamos a reducir lesiones derivadas de desequilibrios musculares entre ambas piernas.
- Posición del pie correcta. El uso de los pedales automáticos permite que la posición de los pies sobre el pedal siempre sea la misma, sin permitir diferentes posturas que puedan provocar algún tipo de lesión a largo plazo. Para ello debemos ajustar correctamente la posición de las calas en las zapatillas, de tal forma que el pie quede paralelo a la bicicleta y el pedal debajo mismo del punto central del metatarso del pie.
- Sujeción óptima. Con ellos llevamos las zapatillas sujetas a la bicicleta de manera firme evitando los incidentes que pueden suceder cuando se nos escapa un pie del pedal. A su vez también mejoramos el control sobre la bicicleta.
Entre los inconvenientes podemos destacar:
- Necesidad de calzado específico para poder colocar las calas que acompañan a los pedales automáticos.
- Necesidad de adaptación, aunque ya hemos dado posibilidades que facilitan este traspaso como eran los pedales Shimano Click’r o un simple cambio de calas a las Shimano SH-56.
- Mayor lentidud al volver a pedalear después de desengancharse del pedal.
Si resumimos lo expuesto los pedales automáticos favorecen la seguridad, provocan mayor eficacia al pedalear en redondo ejerciendo fuerza hacia abajo con una pierna y hacia arriba con la otra, y nos pueden evitar lesiones y dolores de articulaciones si están bien ajustados. Por contra también cabe decir que se requiere un mínimo de práctica.
